Entendemos por un perro adulto cuando este ha pasado de la etapa de cachorro y experimenta cambios morfológicos y fisiológicos que pueden intervenir en el comportamiento.
Al igual que los humanos, los canes pueden experimentar cambios de conducta cuando alcanzan cierta edad. Lo que da lugar a la aparición de problemas en su comportamiento.
Su salud física es importante
Debemos de tener tiempo para él y responsabilizarnos de que aunque sea adulto requerirá la misma atención que cuando era cachorro.
Tendremos que ayudarle a mantener su forma física realizando paseos a diario. Ya sabemos que el sedentarismo en un perro adulto solo puede acarrear problemas físicos y de comportamiento, algo que redundará finalmente en su estado de salud.
Su alimentación tiene que ser la base
La alimentación para cualquier animal es primordial. Por ello, debemos de tener especial cuidado en la alimentación de los perros adultos.
No debemos darles ni ofrecerles nuestra propia comida y en cuanto al tipo de alimento siempre será más recomendable comida especializada para perros adultos enriquecida con vitaminas y hierro.
La higiene debe de ser regulada
Lo aconsejable es que no se bañe a un perro adulto más de una vez al mes, aunque la frecuencia ideal sería cada 2 o 3 meses.
Si bañamos a nuestro perro con demasiada frecuencia estamos provocando la desaparición de su propia capa protectora y favoreciendo la aparición de enfermedades de la piel.
Para mantener limpio a nuestro perro debemos cepillarlo diariamente para ayudar a la autoprotección de su piel y que su pelo luzca con brillo y saludable.
Mantener las revisiones periódicas con su veterinario
En los perros adultos es común la aparición de quistes y otras enfermedades que pueden afectar gravemente su salud.
Es por ello que debemos de seguir todas las revisiones periódicas con nuestro veterinario y llevar la cartilla de vacunas al día. De esta forma, ayudaremos a prevenir cualquier enfermedad.
En términos generales tenemos que estar alerta a los cambios de comportamiento de nuestro perro, ya que estos nos servirán de aviso ante futuras complicaciones en su salud. Los cambios en comportamientos más comunes suelen ser:
- Rechazo de su paseo o de juegos.
- Pérdida del apetito.
- Inactividad.
- Alteraciones en su sistema digestivo.
- Respiración irregular.
- Exceso en su salivación.
- Revisión de sus ojos (secos o irritados).
- Color de la lengua.
Si detectas alguno de estos trastornos de comportamiento el mejor consejo que podemos darte es que acudas a tu veterinario con urgencia para tener mayor control sobre la salud de tu mascota.
En resumen, para que tu perro adulto se encuentre en plena forma deberemos de alimentarlo bien, ejercitarlo y estimularlo físicamente, controlar su higiene y prestar atención a cambios en su comportamiento.