Si notas que tu perro últimamente tiene los ojos excesivamente secos, es posible que esté sufriendo, la cual requiere de un seguimiento continuo para evitar que vaya a más y conseguir ponerle solución lo antes posible.
¿Qué es el síndrome del ojo seco?
Cuando hablamos del síndrome del ojo seco, nos estamos refiriendo a un problema que sucede en el lagrimal de los perros, el cual provoca que se produzcan diferentes alteraciones en la córnea, que hacen que el ojo no pueda lubricarse con normalidad y que sufra una sequedad excesiva.
El síndrome del ojo seco es fácil de apreciar en los perros que lo sufren, debido a que provoca síntomas como el escozor, enrojecimiento del ojo, inflamación de la superficie córnea, secreción de las mucosas y de las mucopurolentas, así como un parpadeo más frecuente de lo habitual.
Como ya hemos dicho, es importante darle tratamiento y llevar un exhaustivo seguimiento, para así evitar que el problema vaya a más, ya que de lo contrario podría finalizar incluso en ceguera ocular.
Aunque cualquier perro podría sufrir esta afección, lo cierto es que existen una serie de razas que son más susceptibles a desarrollar el síndrome del ojo seco como el West Highland Terrier, Cavalier King Charles, Shih Tzu, Yorkshire Terrier, Bulldgog francés, Carlino, Pekinés, Cocker Spaniel, Lhasa Apso y el Dogo, entre otras.
Normalmente, los síntomas provocados por el síndrome del ojo seco se acentúan en situaciones en las que se produce un aumento de la evaporación: calor excesivo, aire acondicionado, viento, etc.
Principales causas del síndrome del ojo seco en los perros
La gran mayoría de perros que sufren el síndrome del ojo seco, aunque se encuentran en unas perfectas condiciones de salud, acostumbran a presentar síntomas leves asociados a esta afección, siendo las siguientes las principales causas que lo provocan:
- Déficit de lágrima: debido a que la glándula lagrimal no funciona correctamente, principalmente porque ha sufrido algún tipo de inflamación, una enfermedad sistémica o por el efecto secundario de ciertos medicamentos.
- Lágrima de poca calidad: también puede darse el caso de que la lágrima no tenga la calidad suficiente, debida que tiene un déficit de agua, lípidos o moco.
- Distribución de la lágrima inadecuada: por último, también podría darse el caso de que la lágrima no estuviese distribuyéndose correctamente por la superficie ocular, debido a la propia forma anatómica del animal en cuestión.
¿Qué solución tiene el síndrome del ojo seco?
Aunque deberás acudir al veterinario para que te informe del tratamiento más adecuado para tratar los ojos seco de tu perro, habitualmente las siguientes opciones terapéuticas suelen ser las que se aplican más frecuentemente:
- Utilización de lágrimas artificiales con conservantes.
- Lágrimas artificiales libres de conservantes.
- Inmunomoduladores tópicos (Ciclosporina o Tacrolimus).
- Antiinflamatorios tópicos.
- Suero autólogo.
- Antibióticos.
- Oclusión de los puntos lacrimales.
- Tomar medidas de carácter ambiental.
Conclusión
Si tu perro tiene los ojos excesivamente secos o rojos y coincide con lo comentado en las líneas de arriba es muy probable que sufra el ya este síndrome del ojo seco. En cualquier caso, es fundamental que acudas a tu veterinario para que lo confirme, y en ese caso, te indique cuál es el tratamiento más adecuado para tu mascota.