La higiene de mascotas en invierno requiere una atención especial. El frío afecta a su piel, su pelaje y su salud en general, lo que hace fundamental ajustar sus rutinas de cuidado para mantenerlos limpios y protegidos. Desde baños más espaciados en el tiempo hasta cuidados específicos para evitar la sequedad de la piel o los efectos del frío, es esencial conocer las mejores prácticas para asegurar que nuestros compañeros peludos estén cómodos y saludables durante esta temporada. A continuación, te contamos 10 consejos para proteger a tu mascota en invierno.
Reduce la frecuencia de los baños
Durante los meses fríos, es recomendable reducir la frecuencia de los baños en perros y gatos. Al bañar a tu mascota con demasiada regularidad, los aceites naturales que protegen su piel se ven eliminados, lo que provoca mayor sequedad y pérdida de la capacidad de su pelaje para mantener el calor. Si el baño es absolutamente necesario, asegúrate de usar agua tibia y productos adecuados para la temporada.
Además, después del baño, es crucial secar completamente a tu mascota, especialmente en áreas donde el pelo es más denso, como el vientre o detrás de las orejas, ya que la humedad residual aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias y resfriados.
Usa champús hidratantes y acondicionadores
El aire frío y seco afecta negativamente a la piel y el pelaje de las mascotas, causando irritación y descamación. Por lo tanto, y, ligado al punto anterior, es vital seleccionar productos de higiene específicos para las condiciones invernales. Los champús hidratantes, especialmente aquellos formulados con ingredientes naturales como avena, aloe vera o aceites esenciales, ayudan a mantener la piel hidratada y el pelaje en buenas condiciones.
Para complementar el baño, un acondicionador profundo ayudará a sellar la humedad en el pelaje, creando una barrera protectora contra las inclemencias del clima. Los productos que contienen propiedades calmantes son ideales para evitar la picazón y el enrojecimiento de la piel en esta época del año, cuando las mascotas experimentan más molestias debido a la sequedad del ambiente.
Cepilla a tu mascota para evitar enredos y mejorar la circulación
El cepillado regular es esencial para mantener el pelaje de las mascotas saludable durante los meses fríos. En el caso de razas de pelo largo, la ausencia de un cepillado adecuado facilita la formación de enredos y nudos, los cuales no solo son incómodos, sino que atrapan la humedad. Además, el cepillado estimula la circulación sanguínea, mejorando la distribución del calor en el cuerpo de tu mascota y fortaleciendo sus folículos capilares.
Este hábito también es una oportunidad para detectar cualquier irregularidad en su piel, como zonas secas o lesiones, que necesitan atención durante los meses de invierno. En mascotas de pelo corto, aunque no tengan enredos tan frecuentemente, el cepillado sigue siendo vital para eliminar el pelo muerto y distribuir los aceites naturales por todo el pelaje.
Revisa y limpia sus patas después de los paseos
El suelo frío, nevado o con hielo puede ser especialmente duro para las patas de las mascotas. Las almohadillas de sus patas, aunque gruesas, están expuestas a irritantes como la sal o los productos químicos que se usan para derretir el hielo, causando heridas, grietas o inflamación. Es fundamental revisar sus patas después de cada paseo y limpiarlas con un paño húmedo para eliminar cualquier residuo. No olvides secarlas completamente, ya que la humedad atrapada entre los dedos podría provocar infecciones.
Aplicar un bálsamo o crema protectora en las almohadillas también ayudará a prevenir la sequedad y las grietas para que sus patitas se mantengan suaves y saludables durante el invierno. Además, para casos en los que notas que tu mascota muestra incomodidad al caminar sobre superficies frías, existen botines especiales que protegen las patas del contacto directo con el suelo frío.
Protección adicional con ropa de invierno para mascotas
Algunas razas de mascotas, sobre todo aquellas de pelo corto, pequeñas o mayores, tienen dificultades para mantener el calor corporal en temperaturas frías. Los abrigos y suéteres especialmente diseñados para perros o gatos ofrecen una protección extra cuando están al aire libre. Recuerda que las prendas deben ser cómodas, sin restringir el movimiento ni generar incomodidades. También, asegúrate de elegir materiales transpirables, ya que, si la prenda no permite que la piel respire, el calor corporal atrapado provocaría sudoración y, a su vez, humedad.
Por otro lado, al salir a pasear, considera usar prendas impermeables que mantengan a tu mascota seca bajo la lluvia o nieve para evitar posibles casos de hipotermia. En gatos que no toleran el uso de prendas, limita su exposición al frío y preocúpate porque siempre tengan acceso a un lugar cálido en el hogar.
Cuida sus orejas y zonas sensibles al frío
Las orejas de las mascotas son especialmente vulnerables al frío, pues el tejido fino de estas áreas es más susceptible a las bajas temperaturas. Es importante revisar regularmente las orejas de tu mascota en busca de signos de sequedad o grietas. Si vives en una zona con inviernos muy fríos, aplicar una pequeña cantidad de bálsamo protector en las orejas antes de salir al exterior puede evitar la formación de grietas.
Asegúrate de que las zonas sensibles de tu mascota, como el hocico o el abdomen, no estén expuestas al viento o frío extremo. Si tu mascota muestra signos de incomodidad, como lamerse constantemente estas áreas, y tiene alguna de estas partes de su cuerpo irritadas, la mejor opción es consultar a un veterinario.
Mantén su área de descanso cálida y seca
El estado del lugar donde tu mascota duerme durante los meses fríos es un factor muy importante a la hora de cuidar su bienestar general. Su cama debe estar en un área del hogar que esté libre de corrientes de aire, preferiblemente lejos de puertas o ventanas. Añade mantas térmicas o acolchadas para proporcionar un extra de confort y calidez, en especial para mascotas ancianas o con problemas articulares, que sufren más con el frío.
Para aquellos que pasan tiempo al aire libre, proporciónales un refugio adecuado, seco y bien aislado al que puedan volver en cualquier momento.
Alimentación adecuada y suplementos
En invierno, el cuerpo de las mascotas gasta más energía para mantenerse caliente, por lo que ajustar su dieta es tan beneficioso como necesario. Una alimentación adecuada, rica en nutrientes esenciales, ayuda a fortalecer el pelaje y mejora la capacidad de tu mascota para enfrentarse al frío. Para algunas mascotas, es recomendable incorporar suplementos de ácidos grasos omega-3 y omega-6, que favorecen la salud de la piel y el pelaje, haciéndolo más denso y resistente a las bajas temperaturas. Sin embargo, siempre consulta a un veterinario antes de hacer cambios en su dieta o introducir suplementos para estar completamente seguro de que estás introduciendo los cambios necesarios.
Asegúrate de que esté seca antes y después de los paseos
El pelaje húmedo es una de las principales causas de pérdida de calor en las mascotas. El frío combinado con la humedad incrementa el riesgo de hipotermia, así que, antes y después de salir a pasear, cerciórate de que tu mascota esté completamente seca.
Si se ha mojado por la nieve o la lluvia, usa una toalla absorbente para secar su pelaje lo mejor posible, y, si es necesario, utiliza un secador a baja temperatura manteniéndolo a una distancia segura. Esto es especialmente importante en las razas con pelaje grueso o de doble capa, ya que la humedad tiende a acumularse en las capas internas y tarda más en secarse.
Visitas regulares al veterinario para monitorear su salud durante los meses fríos del invierno
Los meses fríos suelen agravar ciertas condiciones de salud, sobre todo en mascotas mayores o en aquellas que padecen enfermedades crónicas. Las visitas regulares al veterinario permiten detectar cualquier problema temprano y ajustar los cuidados según sea necesario. Si tu mascota tiene problemas articulares, respiratorios o del sistema inmunológico, tu veterinario te dará pautas específicas para proteger su salud durante el invierno. Además, es el momento perfecto para revisar si tu mascota necesita algún suplemento vitamínico, cambios en la dieta o cuidados especiales relacionados con su condición de salud.
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