Una situación que se da especialmente entre los perros de raza, es que los dueños quieran criar nuevos cachorros. Hasta aquí todo claro, el problema llega cuando nos damos cuenta que realmente no tenemos demasiado claro cómo hemos de actuar llegado el momento ni los cuidados que necesitará nuestra mascota.

Por eso sabiendo que posiblemente te encuentres ahora mismo en esta situación hemos decidido crear un post en el que te vamos a dar una serie consejos para garantizar el correcto cuidado de una perra embarazada y conseguir que los cachorros nazcan sin ningún problema. Si este es tu caso, presta atención y toma nota; comenzamos.

Cuidados previos a tener en cuenta

Si es decisión tuya, es importante que los cuidados comiencen incluso antes de que la perra quede embarazada. Lo primero de todo es hacer un chequeo médico previo al futuro padre de nuestra nueva criatura, que garantice un buen estado de salud, que ayude a detectar algún futuro problema con el que nos podamos topar, y si es una mascota que pertenece a una familia de terceros, asegurarnos que son de confianza.

Escogido el padre, lo siguiente será llevar a nuestra perra la veterinario, para conocer cuándo será el momento adecuado para la gestación, así como para que descarte cualquier tipo de complicación.

Si ya has comenzado con los preparativos, la mejor manera de salir de dudas y comprobar si realmente está embarazada, es realizarle una ecografía. En caso de que el resultado sea satisfactorio, será importante hacer una comprobación a las seis semanas para así saber el número de cachorros que dará a luz.

Durante el embarazo

Hay que tener en cuenta que el proceso de gestación de una perra dura entre 60 y 63 días, aunque cuando las crías son grandes, el proceso suele acortarse hasta en 10 días. Esto lo podrás apreciar si notas que el abdomen, las mamas y los pezones están más grandes de lo habitual.

Durante el embarazo es fundamental cuidar la dieta de la perra, que deberá ser equilibrada, pero sin llegar a modificar excesivamente su peso. Es importante que durante las seis primeras semanas no se aumente la cantidad de las ingestas, para así evitar un desarrollo desproporcionado de los cachorros.

Es a partir del mes y medio de embarazo cuando sí se recomienda aumentar la cantidad de comida, así como suministrar nutrientes especiales, acudiendo antes al veterinario para que indique el tipo de alimentos y la cantidad exacta.

Llega el parto, el momento de la verdad, y aunque las perras no suelen necesitar ayuda para parir, sí que es recomendable estar encima y controlar que todo esté saliendo a pedir de boca.

Notarás que el momento del parto está cerca porque la perra se mostrará inquieta, buscará nuevos lugares en el hogar tranquilos y con poca luz, así como porque se lamerá la vulva con más frecuencia de lo normal.

En caso de que la temperatura de la perra baje hasta los 37º y notes un ahuecamiento en las caderas, significará que la perra está dilatando y que en poco tiempo comenzarán las contracciones.

Prepara el lugar con mantas y con todo lo necesario para garantizar el cuidado tanto de la perra como de los cachorros. Ten en cuenta que a partir de la primera contracción, el primer cachorro tardará unas dos horas en nacer.