Es normal llevar a nuestra mascota al veterinario cuando se pone enferma, tiene algún síntoma, o simplemente para un chequeo de vez en cuando. El caso es que, por lo general la medicina se utiliza para combatir enfermedades ya presentes, con el objetivo de hacerlas desaparecer por completo, o reducir y minimizar sus efectos.
Aquí es donde la medicina preventiva destaca por sus implicaciones. Entonces ¿cuál es su importancia en la salud de todas las mascotas?
¿Qué es la medicina preventiva?
Por su nombre se podría asumir que se trata solamente de la aplicación de la medicina antes de presentar síntomas que delatarían alguna enfermedad. Y no está muy lejos de la verdad, pero tampoco es exactamente de lo que se trata. Decir que es tan solo “la aplicación de medina antes de tiempo”, es despreciar todo el proceso, o más bien dicho, los procesos que conlleva la aplicación de la medicina preventiva.
La medicina preventiva es una especialidad dentro de la misma medicina veterinaria, la cual, trata de prevenir la aparición de enfermedades a futuro en los animales. Esta actúa de forma contraria a la medicina reactiva que todos conocemos.
Reaccionando siquiera antes de que se pueda notar el más mínimo síntoma de alguna enfermedad. Es lo opuesto de la medicina reactiva, que solo se aplica una vez se han detectado síntomas.
¿Cuáles son los tratamientos que conforman a la medicina preventiva?
Dentro de esta se pueden encontrar chequeos como la valoración del peso de la mascota en cuestión, así como de su condición corporal. Del cual se consiguen ciertas pautas que deben ser seguidas para asegurarse de que siempre esté en forma.
Un plan de alimentación es lo más usual, aunque el ejercicio también puede ser recomendado con más insistencia en casos de obesidad. También está la vacunación y desparasitación, una de las partes más importantes.
Debido a que este proceso se hará según la edad y hábitos del animal, para finalmente obtener algo similar al plan de alimentación, pero con las fechas precisas para vacunar a tu mascota.
Otra parte importante es la detección y prevención de parasitosis. Estos son vectores de enfermedades tanto para los animales como para las personas que conviven con ellos, siendo aún más propenso de tener un contacto físico seguido. Por último, está la asignación de un programa específico de prevención para las enfermedades más propensas.
La medicina preventiva no es algo tan fácil como tomar una pastilla cada cierto tiempo, abarca una gran variedad de áreas.
¿Cuál es su importancia?
La medicina preventiva es la forma más efectiva de no solo prevenir posibles enfermedades, sino también de controlarlas antes de que se desarrollen. Esto nos da una segunda oportunidad para salvar la vida de nuestras mascotas, porque hay enfermedades que no causan más que molestias, pero nada más eso, no afectan de forma significativa a su vida.
Por otro lado, hay enfermedades que pueden acabar con su vida con facilidad, más aun si estas son descubiertas muy tarde. Al ya haber llegado a un estado avanzado, haciendo inútil cualquier esfuerzo por combatirla.
Pero en el caso de haber estado siguiendo paso a paso el plan asignado por las constantes consultas por la medicina preventiva, es posible que, dependiendo de qué enfermedad se trate, las instrucciones que seguiste hayan retrasado el avance de la afección. Deteniéndola antes de que se volviera mortal por completo y descubrirla a tiempo para ser neutralizada.
¿Por qué es necesaria para atajar enfermedades en sus fases iniciales?
Se puede decir que es un seguro de vida. No solo te aseguras de que tu mascota se encuentre en forma, también la proteges de futuras enfermedades que puedan aparecer sin previo aviso.
No importa si crees que la diferencia será ínfima, podría ser exactamente esa pequeña posibilidad lo que marque el punto y aparte entre la vida o la muerte.
Descubrir una enfermedad mortal antes de que se desarrolle permite tener una oportunidad para tratarla. No obstante, en caso de la medicina reactiva, es mucho más probable que para cuando empiecen los síntomas, ya sea muy tarde. Es mejor prevenir antes que lamentar.
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