Quizás no sepas cuándo se presentará una situación de emergencia con tu gato, pero es algo que podría ocurrir en cualquier momento, y por lo tanto, necesitas saber cómo actuar. Desde las más predecibles hasta las más extrañas, las urgencias veterinarias alarmarán a cualquier dueño de mascota.

Además, la incomodidad y riesgo por la que pasarán los felinos al sentirlas, también debería ser un punto importante de atención. Pero ¿cómo se detectan y cuáles son las más habituales?

¿Cuáles son las principales urgencias por las que acuden al veterinario los gatos?

Existen una serie de urgencias recurrentes por las que los gatos son llevados al veterinario, estas son:

Mi gato se comió algo que no debía

Uno de los motivos más frecuentes es, sin lugar a dudas, cuando los gatos comen cosas que no son precisamente consideradas comida. Como por ejemplo, restos de basura, medicamentos, productos químicos y juguetes. La lista es muy extensa, y puede que solo ocasionen un cuadro leve de gastroenteritis. El mismo terminará en 24 o 48 horas de diarrea.

Sin embargo, en otros casos menos afortunados, las consecuencias son peores. Incluso hasta llegar a colocar en riesgo la vida del animal. Así que se evaluará si su decaimiento es notorio, porque dependiendo de su estado de ánimo es indicativo de llevarlo con un profesional lo más rápido posible.

Mi gato tiene vómitos o diarrea con sangre

Los vómitos y diarreas son señales que alertan, pero al estas acontecer con sangre, la preocupación debería ser mayor. Estos tienen múltiples causas, y acudiendo a un veterinario se podría determinar mejor ello. Las causas podrían ir desde algo que han consumido hasta un problema de parásitos.

Es esencial diferenciar entre un vómito o diarrea agudo de uno crónico. Por igual, un factor a considerar es la edad del gato, el diagnóstico podrían cambiar radicalmente según su edad.

La cara de mi gato se ha hinchado o le pica mucho

El picor y la hinchazón es otro de los problemas más habituales en las urgencias veterinarias. Lo mismo ocurre cuando salen especies de bultos en el cuerpo, los cuales les generan inquietud. En la mayoría de los casos esto corresponde a reacciones alérgicas.

Quizás la alergia sea causada por la reacción a alguna vacuna puesta hace poco (24 horas), o picaduras de insectos. Asimismo la hinchazón y picazón es producida por sustancias como champús o alimentos. Incluso podrían ser causados por plantas en paseos, estas causarían reacciones como urticaria o habones.

Mayormente estas no colocan en peligro la vida de nuestro gato. No obstante, si se trata de una raza con dificultades respiratorias, como los persas, la gravedad podría ser mayor.

Mi gato se cayó por la ventana o balcón

El síndrome del gato paracaidista se refiere a cuando los felinos caen al vacío desde un balcón o ventana, lesionándose con esto. No es porque los gatos deseen tirarse sin más, es solo que se resbalan o pierden el equilibrio atraídos hasta estos sitios por olores, pájaros, insectos, etc.

Cuando ocurran estos accidentes, el cuerpo del animal no debe ser muy manipulado, porque de haber ocurrido fracturas lo menos que se quiere es que estas empeoren. Lo primero que debes hacer es inmovilizarlo o meterlo en su transportín por la parte de arriba, con la mayor delicadeza posible.

Una caída puede producir alteraciones muy graves como fracturas múltiples, contusiones pulmonares y hasta traumatismo craneoencefálico.

Mi gato ha sido mordido

Los gatos pueden ser mordidos por otros gatos o perros. Cuando las heridas son superficiales lavarlas y desinfectarlas podría ser suficiente, pero al ser más profundas atravesarían tanto la piel como los músculos.

Cuando las mordeduras ocurren en el cuello, tórax o abdomen es recomendable llevarles a urgencias. Para así detener el sangrado. Mucho más si la mordedura fue causada por un animal no vacunado.

¿Cuáles son los síntomas que nos indican que debemos acudir al veterinario?

Las urgencias muestran síntomas evidentes de serlo, pero el problema es que quizás el ajetreo del día a día no permita apreciarlas. Estas son algunas señales evidentes de que se necesita ayuda especializada:

  • Dificultad respiratoria: Es complicado respirar para tu gato, su respiración es muy lenta o rápida, hace mucho ruido respirando o sus mucosas están azuladas.
  • Problemas con el sistema circulatorio: Su pulso es débil, tiene taquicardia o bradicardia, hemorragias, etc.
  • Problemas con el sistema nervioso: Presenta convulsiones, la pérdida de reflejo pupilar, parálisis parcial o total.
  • Estado de ánimo: Tu gato se muestra muy decaído o adolorido.

¿Cómo llegamos a un diagnóstico?

Cuando los síntomas sean notorios en mi gato, la respuesta es acudir a nuestra clínica veterinaria de confianza. Allí es donde los gatos serán evaluados y se le dará una atención individualizada, para conocer cuáles son las causas de la visita a emergencias.

Los profesionales realizarán una variedad de pruebas dependiendo de la condición del animal. Por ejemplo, radiografías, análisis sanguíneos, ecografías, endoscopias, etc.

¿Cuál es el tratamiento?

Los tratamientos dependerán como es evidente del diagnóstico que sea dado a tu gato. Por lo que podría variar entre un ingreso a quirófano hasta la hospitalización.

Recuerda que es vital proteger la salud de nuestras mascotas al llevarlas a tiempo a su veterinario. También seguir todos los consejos dados por los profesionales será invaluable.

La importancia de acudir al veterinario

Las urgencias necesitan ser tratadas por parte del personal cualificado, porque son ellos los capacitados para emplear equipos especializados. Además son quienes ofrecerán una supervisión adecuada de necesitarse la hospitalización.

Incluso debe tomarse en consideración que mientras más rápido se detecten las anomalías, mejor será para la salud de tu gato.

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